Caballeros

Se Necesitan Hombres

Se necesitan hombres, no sistema especulativos, ni creencias rígidas, ni riquezas amontonadas; se necesitan hombres que sean caballeros.
Toda profesión, empleo, carrera y ámbito empresarial, social, político, gubernamental, etc., necesitan hombres que no pierdan su individualidad ante la turba humana, que tenga el valor de sus convicciones, que no tema decir No, auque el mundo entero diga Sí.
Se necesitan hombres que estén guiados por altos principios y sanos propósitos y que no actúen en virtud de las facultades impartidas con rigor desmedido en perjuicio de otros más débiles o en defensa de causas indefendibles. O bien aquellos que centrados en el poder que le da un mandato, un hecho o circunstancia entorpezca , paralice, o menoscabe los derechos, los deberes o el desenvolvimiento de sus semejantes.
Se necesitan hombres superiores a su vocación y con más animo de servicio, que no tomen su rol como único medio de vida o subsistencia, sino que ello se valga también para cultivar su entendimiento, robustecer su voluntad y disciplinar su carácter.
Se necesitan hombres valerosos sin tinte de cobardías en ninguna modalidad de tal naturaleza para obrar, cultivar, y robustecer voluntades férreas y disciplinas de carácter basadas en la ética.
Se necesitan si, Hombres equilibrados, sin muestra de flaquezas algunas, ni defectos que menoscaben su utilidad y neutralicen su hacer, sus ponencias y potencias al servicio de opresiones indignas de toda justicia y alejadas de toda moral.
Se necesitan hombres que no apliquen su energía en determinadas cualidades que cuantitativamente marchiten y lleven a la quiebra a otras personas o a otras estructuras, sino que sean armoniosos y justos en un indigno obrar alejando toda muerte o quebranto de gentes inocentes, obrando con soberbia, gestos gentiles para fotos o medios de prensa pero ineficaces ante los pedidos de los más necesitados.
Se necesitan hombres cuya amplitud espiritual no mire las cosas unilateralmente y pongan sentido común en sus teorías a fin que la erudición, no los inhabilite para la práctica cotidiana de la vida per se.
Se necesitan hombres que e prefieran la sustancia en lugar del accidente, la realidad a la apariencia, la verdad a la mentira, lo justo alo injusto, y que estime su buen nombre como tesoro intangible e inigualable de gran valía y honradamente.
Se necesitan hombres que rebosen de vida con entusiasmo, pero que sus pasiones se hayan convertido disciplinadamente al fortalecer su voluntad de servicio aunando fuerzas para reglas justas, respetando la naturaleza, repugnen la vileza y hagan un culto del respeto a los demás.
Se necesitan hombres para el mundo y el mundo necesita hombres íntegramente educados de receptivo entendimiento, manos diestras, sensibilidad delicada, aguda y penetrante, vista perspicaz y un corazón noble para tomar el timón a fin de llevar la embarcación de su causa a un puerto seguro.
Se necetian hombres que estén dispuestos a cumplir la misión que anden su sendero propio, construyan su leyenda personal y vayan” haciendo camino al andar”, caminando al horizonte… dónde regocijados encontraran al hombre que se necesita a ustedes mismos.