Una gota de mar, contiene a todo el mar, pero si al mar le falta una gota estaría incompleto, lo mismo con los seres humanos.



Cuadro" El Mar" óleo.
Marita García
Pertenece a la Colección privada Dr Luis O. Silva

Cambio
Los sabios examinan los cambios en el movimiento y en el reposo, determinan las medidas para dar y recibir, hacen razonables los sentimientos de gusto y disgusto, y armonizan los grados de alegría y enojo.
Cuando el movimiento y el reposo son correctos, no surgen obstáculos. Cuando son adecuados el dar y el recibir, no se incurre en culpa.
Cuando son razonables los gustos y disgustos, no surge la ansiedad.
Cuando la alegría y el enojo están en su justa medida no sobreviene la enemistad.
Por consiguiente, aquél que arriba al camino no acepta una ganancia indebida y sin embargo no rechaza la buena suerte.
No descarta lo que no tiene y no busca lo que no le pertenece.
Cuando alguien está siempre lleno, sobreviene un excedente.
Cuando uno está siempre vacío, se satisface con facilidad.

Las aguas internas sacian al ser entonces puede fluir, ese fluir conlleva al despertar; el cuál a su vez acerca al ser a su propio horizonte.

Cada quién es como una gota de agua, la suma de seres humanos conforman un gran mar, pero si falta uno, la formación esta incompleta.

Andando se conformará la raza.
Cuando anda en su andar en paz, al llegar al horizonte, es uno con él.