Y encontré mi lugar de pertenencia, dónde puedo sembrar sin miedos las semillas del milagro diario, y no estoy sola en el cuidado de ello, no riego sola, cada lector con su comentario y firma lo hace.
Por ello me comprometo a brindar la luz necesaria para todo crecimiento y necesidad, iluminándo
Los abrazo fraternalmente a todos con el amor y en paz universal, con la convicción de sembrar semillas surgentes de vida que con fuertes raíces se cimentarán, erigiéndose con su follaje y dando prósperos frutos; para dar sentido a la vida y desplegar alas hacia nuevos horizontes.
Una llama
Para que cada uno la lleve en su propio
Camino al Horizonte, cumpliendo su misión
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