El modo de vida actual creado por el hombre moderno ha creado un medio artificial y depredador en la existencia del mismo para satisfacer las necesidades materiales impuestas por la propia vóragine que su inteligencia desarrollo para lograr un satisfactorio bienestar y aumentar la excelencia en el diario respirar; olvidando el medio natural que equilibra al ser humano, sociedad y desarrollo.
Sin una salud física- psíquica – espiritual la vida per se no esta completa.
Para atemperar la agitada vida han surgido las terapias alternativas, tales como yoga, reiki, meditación, sanación pránica, tai-chi, aromaterapia, cromoterapia, cristales, y los antiquisímos y gratificantes masajes.
En consecuencia tales actividades remiten a un estado natural, invitando al ser humano a volver al oasis:” el medio natural, libre de todo ruido, generador de un bienestar armoníco que libera tensiones, armoniza al ser con los sonidos particulares de la naturaleza, el murmullo del mar, el aleteo de las aves, las copas de los árboles meciéndose suavemente, las gotas de lluvia de tarde otoñal, el canto de los pájaros. Ello, sin lugar a dudas, genera emociones positivas, las cuáles por efecto dominó, reproducen un clima de igual tenor, dónde se libera el estés, provocado por la rutina diaria ante las exposiciones nerviosas, renueva la vitalidad pérdida, los alimentos son receptados y procesados por el organismo de mejor forma, cambia el estado de ánimo. Si a lo señalado, se incorpora comidas naturales, vida sana, práctica de ejercicios, deporte o baile, beber dos litros de agua por día; entonces se ha cumplido la premisa vital: volver al oasis!